Lecciones de la Biblia, Profecías, Justicia Por La Fe
En este punto, tenemos otra pregunta concerniente a la apropiación de poder por parte de la bestia. ¿De dónde recibió la autoridad para gobernar el mundo durante 1,260 años, y para perseguir a tantos millones de personas por causa de su fe? La respuesta se encuentra en Apocalipsis 13:2: “Y el dragón le dio su poder y su trono, y grande autoridad”. Note que el poder proviene del dragón. ¿Pero quién es el dragón?
Apocalipsis 12:7-9: “Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles; pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él”.
El dragón, desde luego, es Satanás mismo. Pero ¿cuándo engañó Satanás al mundo entero? Cuando fue arrojado del cielo, solo había dos personas habitando la tierra, y ellos representaban al mundo. Al engañar a Adán y a Eva en el jardín del Edén, Satanás engañó al mundo, y se apoderó temporalmente de la tierra. El gran conflicto entre el bien y el mal, que había comenzado en el cielo, se trasladó ahora a este planeta.
Después de la caída del hombre, Dios pronunció una maldición sobre todos los que participaron en esa transgresión original. En Génesis 3:15 leemos acerca de la maldición sobre el diablo o el dragón. “Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar”. Esta profecía se refiere a la larga lucha que se libraría entre el dragón y la mujer; y entre la simiente del dragón y la simiente de la mujer.
Pero ¿a quién representa la mujer en esta profecía? Una mujer, en la profecía bíblica, siempre simboliza la iglesia. En Jeremías 6:2 leemos: “Destruiré a la bella y delicada hija de Sion”. ¿Quién es Sion? Isaías 51:16: “Diciendo a Sion: Pueblo mío eres tú”. El gran conflicto se ha perpetuado desde el Edén. Existen dos bandos desde entonces, hasta ahora. El dragón y sus seguidores culpan a Dios y sus seguidores. La verdad versus el error y Satanás versus la iglesia.
Satanás y Dios han estado contendiendo por el control de todos los seres humanos. Estos bandos estuvieron representados hasta en los hijos de Adán. Caín estaba del lado del dragón, y quiso sustituir el sacrificio que Dios había ordenado por uno de su propia hechura. Abel pertenecía al bando de Dios, y era tan justo que Caín finalmente lo mató. ¿Recuerdan que Dios le dijo a cada uno que trajera un cordero como sacrificio, pero Caín sustituyó con frutas o verduras lo que Dios había ordenado que ofrecieran como sacrificio? Esto siempre será la marca del dragón. Intenta sustituir, o falsificar, la verdad pura de Dios.
Por los descendientes de Caín, la tierra se corrompió a tal punto que Dios tuvo que destruirla con el Diluvio. Después del Diluvio, ambos bandos resurgieron de nuevo. Los seguidores del dragón enfocaron su atención en Babel, y trataron de desafiar a Dios edificando una enorme torre que llegaría al cielo. Por supuesto, el plan fracasó y el sitio de la torre de Babel se convirtió más tarde en Babilonia, la que empezó a gobernar como el primer imperio en el año 606 a.C.
Durante esos primeros años de confusión, Dios llamó a Abraham a que saliera de Babilonia y lo envió a Canaán. Abraham había crecido en Mesopotamia, cerca del lugar donde se intentó construir la torre de Babel y donde se estableció el Imperio babilónico. El plan de Dios siempre implica un llamado a separarse de la confusión producida por la falsedad.
Estudiemos brevemente la historia del bando del dragón. La ciudad de Babilonia fue la primera capital donde se estableció el dragón en esta tierra. Allí se instituyó un sistema pagano religioso, cuyo objeto de adoración era el sol. Constituía una idolatría blasfema, llena de inmoralidad, ceremonias licenciosas y ritos degradantes. Pero los seguidores del dragón se pelearon entre sí, y Medo-Persia asumió el poder.
Aun así, continuó siendo el cuartel general del dragón, y como en el reino anterior, siguió predominando el culto a Baal. Después Grecia subió al poder, y también adoptó el mismo culto pagano al dios sol. Por último, Roma comenzó a gobernar el mundo. Pero el tipo de religión no cambió. El mitraísmo, o adoración al sol, era la religión universal del Imperio romano pagano. Desde Babilonia hasta Roma, el dragón mantuvo su dominio a través de la adoración pagana al sol.
Durante el dominio romano, ¡sucedió un evento grandioso! Había llegado la hora de que apareciera la simiente de la mujer. Recuerde, la profecía hablaba de la enemistad entre la simiente de la mujer y la simiente del dragón. La simiente de la mujer apareció en los días del Imperio romano. En Apocalipsis 12:1 leemos: “Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas”. No olvide que la mujer en la profecía representa la Iglesia. La mujer pura representa la verdadera Iglesia, pero la mujer caída simboliza un sistema religioso falso.
Esta mujer de blanco, descrita en Apocalipsis capítulo 12, representa la verdadera Iglesia, la Iglesia apostólica, que enseña doctrinas puras. Las doce estrellas en su cabeza son los doce apóstoles. “Y estando encinta, clamaba con dolores de parto, en la angustia del alumbramiento. También apareció otra señal en el cielo: he aquí un gran dragón escarlata, que tenía siete cabezas y diez cuernos… Y el dragón se paró frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciese.
Y ella dio a luz un hijo varón, que regirá con vara de hierro a todas las naciones; y su hijo fue arrebatado para Dios y para su trono” (Apocalipsis 12:2-5). Ahora bien, ¿quién era este hijo varón? Solo ha existido un hijo varón que estaba destinado a gobernar todas las naciones, y que finalmente fue llevado al trono de Dios. No es ningún otro que Jesucristo. Pero ¿quién intentó matar a Jesús cuando nació? Responde: “Herodes, el rey romano”. Y así fue. Herodes trató de matar a todos los bebés varones de Judea en un intento por destruir a Cristo.
El Imperio romano, entonces, es simbolizado en la profecía bíblica por el dragón rojo, quien es el diablo mismo. Debido a que Satanás obró a través de esta nación para destruir a Jesús, la Roma pagana está representada en la profecía por el mismo símbolo que representa al diablo. Herodes falló en su intento de destruir al hijo varón. María y José huyeron a Egipto, y evitaron que Jesús cayera víctima del terrible decreto. El golpe maestro de Satanás para destruir a Jesús en la cruz fue frustrado aquel domingo de mañana, cuando El que había sido crucificado rompió los lazos de la muerte mediante la resurrección. Cuarenta días después, fue llevado al cielo, en perfecto cumplimiento de las palabras de la profecía.
Cuando el dragón se dio cuenta que no pudo destruir a Cristo, dirigió su ira contra la Iglesia primitiva. Según Apocalipsis 12:13: “Y cuando vio el dragón que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón”. En ese momento, existía solo un pequeño número de cristianos en todo el mundo, y Satanás sintió que podía eliminarlos por completo de la faz de la tierra por medio de la persecución.
Miles y miles de cristianos se convirtieron en mártires, a consecuencia de las terribles persecuciones llevadas a cabo por los crueles emperadores romanos. Pero el evangelio continuó aumentando y extendiéndose. La sangre de los mártires era la semilla que propiciaba el crecimiento de la iglesia. Cuando uno moría, cien más florecían en su lugar. Pablo llevó el evangelio hasta las mismas puertas de Roma. El astuto dragón se preocupó. Este era el momento para que apareciera la simiente del dragón.
Durante siglos, Satanás había tratado de destruir al pueblo de Dios mediante la violenta oposición de Babilonia, Medo-Persia, Grecia y Roma. Había fracasado en erradicar la verdad por medio de la violencia y la persecución. Lo que no pudo hacer por la fuerza, lo intentaría por medio de estrategias y engaños. Crearía su propio sistema religioso falso. Incorporaría doctrinas paganas y filosofías de los antiguos imperios de Babilonia, Medo-Persia, Grecia y Roma y las mezclaría con la enseñanza cristiana. Mediante el engaño intentó destruir a millones.
¿En qué forma hizo su aparición la simiente del dragón? Asumió la forma de la bestia de Apocalipsis capítulo 13. Es significativo el hecho que la bestia esté compuesta de partes de león, leopardo, oso y el animal indescriptible de Daniel capítulo 7. La representación ilustrativa de Dios con respecto al papado revela que estaba constituida de partes correspondientes a los antiguos reinos paganos. En particular, extrajo su fuerza de la Roma pagana. Según Apocalipsis 13:2, el dragón le dio a la bestia su poder, trono y gran autoridad. Como saben, el dragón simboliza el Imperio romano pagano, así como al diablo mismo.
¿Confirió el Imperio romano pagano alguna autoridad al papado? El hecho es que en el año 330 d.C., Constantino, el emperador romano, entregó la ciudad de Roma al papa, para que se convirtiese en la sede de su autoridad. La historia utiliza casi las mismas palabras que la profecía para describirlo. Citaremos una fuente católica y un libro de historia sobre este punto: “Cuando el Imperio romano se hizo cristiano y la paz de la Iglesia estuvo garantizada, el emperador le cedió Roma al papa, para que se convirtiera en sede de la autoridad del vicario de Cristo, quien debería reinar allí independientemente de toda autoridad humana, hasta la consumación de los siglos, hasta el fin de los tiempos” Derechos y privilegios papales, págs. 13, 14.
“El traslado de la capital del Imperio de Roma a Constantinopla en el año 330 d.C., dejó a la Iglesia occidental prácticamente libre del poder imperial, para crear su propia institución. El obispo de Roma, en el trono de los Césares, era ahora el hombre más importante de Occidente, y pronto se vio obligado a convertirse en el líder político y espiritual” (El auge de la iglesia medieval, pág. 168).
¡Cuán expresamente muestran estas declaraciones que el papado recibió su trono y su poder de la Roma pagana! Pero ¿de dónde lo obtuvo Roma? De Grecia. ¿Y de dónde obtuvo Grecia su poder? De Medo-Persia. ¿Y de dónde lo obtuvo Medo-Persia? De Babilonia. ¿Y de dónde obtuvo Babilonia ese poder? Del dragón. Empezamos a entender por qué Dios ha dado advertencias tan terribles en contra del poder de la bestia. El dragón está detrás de todo.
Consideremos por un momento, cómo las doctrinas paganas hallaron tierra fértil en este sistema religioso falso iniciado por Satanás. Puesto que el poder del dragón se caracteriza por falsificar y sustituir, veremos a través de este sistema político-religioso cómo opera Satanás. Al igual que en el caso de Caín, se diseñaron sustitutos a fin de cumplir con los mandamientos de Dios. A muchas reliquias del culto al sol se les concedió el estatus de cristianas. Se añadieron una serie de doctrinas falsas, para que el papado ganara prestigio entre los pueblos paganos de esa época. A los ídolos paganos se los dejó de lado; sin embargo, las imágenes de Pedro, María y los santos tomaron su lugar.
Un buen ejemplo de la forma en que los conceptos paganos se introdujeron en la iglesia es la celebración de la Navidad. ¿Sabe cuál es el origen de la Navidad? La Navidad, como festividad, existió mucho antes del nacimiento de Jesús. El 25 de diciembre se celebraba cientos de años antes del nacimiento de Cristo. Los paganos adoraban el sol, y notaron que en diciembre los días eran mucho más cortos, y el sol se alejaba cada vez más de ellos. Temiendo que los abandonara por completo, oraban y le ofrecían sacrificios. El 25 de diciembre, por primera vez, había indicios de que el sol empezaba a acercarse; los días se hacían cada vez más largos. Decían: “El sol vuelve a nacer para nosotros”. Designaron este día para celebrar el cumpleaños del sol o del dios sol. Se convirtió en una importante fiesta religiosa.
Solo los paganos celebraban ese día, hasta que el sistema papal falso empezó a tomar forma. En aquella época, el papado adopto el día y se le llamó el nacimiento del hijo, en lugar del cumpleaños del sol. El Dr. Gilbert Murray, miembro de la Academia Británica y profesor de griego en la Universidad de Oxford, escribió lo siguiente: “El mitraísmo tuvo tanta aceptación que le fue posible imponer al mundo cristiano su propio domingo en lugar del sábado de adoración. El 25 de diciembre, en vez de ser el cumpleaños del sol, se convirtió en el natalicio de Jesús” (Historia del cristianismo a la luz del conocimiento moderno, Capítulo III; citado en “La religión y la filosofía”, págs. 73-74, Nueva York: 1929).
En realidad, no sabemos con exactitud la fecha del nacimiento de Cristo. Como pueden ver, la adopción del 25 de diciembre se basó exclusivamente en la observancia pagana de la festividad del culto al sol. Notemos la facilidad con que una institución pagana puede introducirse en las iglesias cristianas, e incluso transferirse al protestantismo.
¿Y la Pascua? Es una práctica cristiana bien conocida en nuestras iglesias modernas. Sin embargo, también era una festividad pagana que se celebraba mucho antes de la resurrección de Cristo. Todos los grupos cristianos reconocen, que el Domingo de Resurrección puede variar hasta en cinco semanas de un año a otro. Pocos saben que todo está gobernado por los cuerpos celestes. La Pascua siempre se celebra el primer domingo luego de la primera luna llena, después del equinoccio.
Los paganos de antaño notaron que todo parecía cobrar nueva vida a principios de la primavera, tan pronto como el sol cruzaba el equinoccio. Así que designaron un día en la primavera para honrar a la diosa de la fertilidad. Ese día fue dedicado a Ishtar, la diosa de la fertilidad, debido a la nueva vida y al crecimiento que tiene lugar en la naturaleza. La palabra Pascua (“easter” en inglés) ha sido transliterada del nombre de la diosa Ishtar, cuyo culto fue conmemorado como resultado de la adopción de la Pascua.
Muchas veces la comunidad cristiana se pregunta, qué tienen que ver el conejito y el huevo de Pascua con la resurrección de Cristo. Por supuesto, no tienen nada que ver con esta. Los paganos eligieron el conejo como símbolo del día de Ishtar, por su fertilidad prolífica. El huevo también se escogió por ser un símbolo de fertilidad. Entre los paganos, ese día estaba asociado con las prácticas más licenciosas.
Durante el período de crecimiento del papado, el día de Ishtar fue adoptado por la Iglesia y llamado Pascua. Incluso los símbolos, el conejo y los huevos, se conservan como recordatorios de su origen pagano. Estos ejemplos demuestran con cuanta facilidad el diablo impuso las ideas paganas en la Iglesia. A medida que el papado se asentaba en el poder, adoptaba costumbres sin fundamento bíblico que lo identificaban como el verdadero poder falso descrito por Dios en Apocalipsis capítulo 13.
La pregunta que nos viene a la mente en este momento es: ¿Seguimos al pie de la letra la Biblia en todas nuestras doctrinas? Si la tradición y las costumbres paganas se han infiltrado tan fácilmente en la Iglesia, ¿qué hay del resto de las doctrinas? Lo que hemos mencionado hasta ahora, no se opone a los mandamientos directos de Dios. No existe ningún mandamiento que obligue la observancia de la resurrección de Cristo o de su nacimiento.
Podemos pensar en su resurrección y nacimiento cuando sea y en cualquier día del año. En el próximo capítulo descubriremos, sin embargo, que se introdujeron otras doctrinas paganas que atacan el centro mismo de la verdadera religión de la Biblia. No nos preocupamos tanto, salvo por aquellas cosas que contravienen algún mandato claro de Dios.
El creciente poder del papado continuó su plan, falsificando algunas de las verdades más importantes contenidas en la Palabra de Dios. Mantengamos los ojos abiertos para reconocer estas falsificaciones y permanecer fieles a la verdad pura, en su forma original.