Lecciones de la Biblia, Profecías, Justicia Por La Fe
El sermón en el Monte de los Olivos tenía como propósito impedir que el propio pueblo de Dios fuese engañado.
Verdad #1
El mensaje de Mateo 24 es de vital importancia (se encuentra en los tres evangelios sinópticos):
“El capítulo 24 de Mateo me ha sido presentado repetidas veces como algo a que debe ser atraída la atención de todos. Vivimos hoy en el tiempo en que las predicciones de este capítulo se están cumpliendo. Expliquen nuestros ministros y maestros estas profecías a aquellos a quienes instruyen. Excluyan de sus discursos los asuntos de menor importancia, y presenten las verdades que decidirán el destino de las almas.” Obreros Evangélicos, pág. 154
Verdad #2
El sermón en el Monte de los Olivos tenía como propósito impedir que el propio pueblo de Dios fuese engañado. Jesús presento la enseñanza a sus discípulos en privado inmediatamente antes de su pasión. Es decir, el propósito principal de este capítulo no es el de convencer a la gente secular que la venida de Jesús está a las puertas porque pueden ver las señales en el mundo político, económico, social y religioso. El fin del capítulo es impedir que el propio pueblo de Dios sea arrastrado por los artificiosos y perspicaces engaños de Satanás. El capítulo nos dice que Satanás va a procurar engañar, desanimar, perseguir y matar a fin de causar que el pueblo de Dios se aparte de la fe. El sermón fue dado para animar a los discípulos de Jesús a ser fieles hasta el fin.
Mateo 24:4: Jesús se dirigió a sus discípulos “Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe.” Mateo 24:5: La expresión ‘en mi nombre’ indica que los farsantes son falsos cristianos: “Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán.”
Mateo 24:23-25: “Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis. 24 Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos. 25 Ya os lo he dicho antes.” Romanos 8:33, 34: ¿Quiénes son los escogidos? ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. 34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.
Verdad #3
A fin de tener el cuadro completo, es necesario estudiar el sermón como aparece en los tres evangelios sinópticos—Mateo, Marcos y Lucas Mateo 24:7: Terremotos “Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares.” Lucas 21:11: Grandes terremotos “ . . . y habrá grandes [megas] terremotos, y en diferentes lugares hambres y pestilencias; y habrá terror y grandes señales del cielo. Marcos 13:8: Marcos agrega que habrá alborotos (intranquilidad social) “Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá terremotos en muchos lugares, y habrá hambres y alborotos.”
Una comparación de los tres evangelios nos ayuda a entender mejor la abominación asoladora: Mateo 24:15: La abominación asoladora estará en el lugar santo “Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda) . . .” Marcos 13:14: La abominación asoladora estará ‘a donde no debe estar’ “Pero cuando veáis la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel, puesta donde no debe estar (el que lee, entienda), entonces los que estén en Judea huyan a los montes.”
Lucas 21:20: El área fuera de los muros de Jerusalén era el ‘lugar santo’. La abominación asoladora se relaciona con los ejércitos romanos (la abominación); que asolaron la ciudad (el resultado de la abominación).
“Pero cuando viereis a Jerusalén rodeada de ejércitos, sabed entonces que su destrucción ha llegado.” Nota: Compare también Lucas 21:24 con Apocalipsis 11:2, 3
Verdad #4
Mateo 24 tiene un doble cumplimiento y el cumplimiento final es el más pleno y completo.
Mateo 24:1-3: Los discípulos le hicieron a Jesús dos preguntas: “Cuando Jesús salió del templo y se iba, se acercaron sus discípulos para mostrarle los edificios del templo. Respondiendo él, les dijo: ¿Veis todo esto? De cierto os digo, que no quedará aquí piedra sobre piedra, que no sea derribada. Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo:
Dinos, ¿cuándo serán estas cosas [pregunta #1], y qué señal habrá de tu venida [pregunta #2], y del fin del siglo?”
Jesús no respondió por separado las dos preguntas. Más bien fusiono en su repuesta la destrucción de Jerusalén y del mundo. El Espíritu de Profecía confirma esto múltiples veces y de múltiples maneras: “En su contestación a los discípulos, Jesús no consideró por separado la destrucción de Jerusalén y el gran día de su venida. Mezcló [‘mingled’] la descripción de estos dos acontecimientos. Si hubiese revelado a sus discípulos los acontecimientos futuros como los contemplaba él, no habrían podido soportar la visión. Por misericordia hacia ellos, fusionó [‘blended’] la descripción de las dos grandes crisis, dejando a los discípulos estudiar por sí mismos el significado. Cuando se refirió a la destrucción de Jerusalén, sus palabras proféticas llegaron más allá de este acontecimiento hasta la conflagración final de aquel día en que el Señor se levantará de su lugar para castigar al mundo por su iniquidad, cuando la tierra revelará sus sangres y no encubrirá más sus muertos.
Este discurso entero no fue dado solamente para los discípulos, sino también para aquellos que iban a vivir en medio de las últimas escenas de la historia de esta tierra.” El Deseado de todas las Gentes, pp. 581, 582 “La profecía del Señor entrañaba un doble significado: al par que anunciaba la ruina de Jerusalén presagiaba también los horrores del gran día final.” El Conflicto de los Siglos, p. 28 “De la caída de Jerusalén, los pensamientos de Jesús pasaron a un juicio más amplio. En la destrucción de la ciudad impenitente, vio un símbolo de la destrucción final que caerá sobre el mundo.”
El Deseado de todas las Gentes, p. 692 “Cristo vio en Jerusalén un símbolo del mundo endurecido en la incredulidad y rebelión, que corría presuroso a recibir el juicio retributiva de Dios.” El Conflicto de los Siglos, p. 24 “Dirigiendo Jesús su mirada hasta la última generación vio al mundo envuelto en un engaño semejante al que causo la destrucción de Jerusalén. El gran pecado de los Judíos consistió en que rechazaron a Cristo; el gran pecado del mundo Cristiano iba a consistir en que rechazaría la Ley de Dios [que es un reflejo del carácter de Cristo], que es el fundamento de su gobierno en el cielo y en la tierra.”
El Conflicto de los Siglos p. 25 “La profecía del Salvador referente al juicio que iba a caer sobre Jerusalén va a tener otro cumplimiento, y la terrible desolación del primero no fue más que un pálido reflejo de lo que será el segundo. En lo que acaeció a la ciudad escogida, podemos ver anunciada la condenación de un mundo que rechazó la misericordia de Dios y pisoteó su ley.”
El Conflicto de los Siglos, p. 34 “Cristo advirtió a sus discípulos en cuanto a la destrucción de Jerusalén y las señales que ocurrirían antes de la venida del Hijo del hombre. Todo el capítulo 24 de Mateo es una profecía concerniente a los acontecimientos que preceden a este evento, y se usa la destrucción de Jerusalén para tipificar la última gran destrucción del mundo por fuego.”
Eventos de los Últimos Días, p. 18 “Mientras que estas profecías tuvieron un cumplimiento parcial en la destrucción de Jerusalén, tienen una aplicación más directa a los postreros días.” Ellen G. White, Testimonies for the Church, volume 5, p. 753 “Sobre el monte de las Olivas, Cristo explicó los temibles juicios que habrían de preceder a su segunda venida: “Oiréis guerras, y rumores de guerras.” “Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestilencias, y hambres, y terremotos por los lugares. Y todas estas cosas, principio de dolores.” Mateo 24:6-8. Aunque estas profecías se cumplieron parcialmente con la destrucción de Jerusalén, se aplican más directamente a los postreros días.” Joyas de los Testimonios, tomo 2, p. 351
“La ruina de Jerusalén fue un símbolo de la ruina final que abrumara al mundo. Las profecías que se cumplieron parcialmente en la destrucción de Jerusalén, se aplican más directamente a los últimos días. Estamos ahora en el umbral de acontecimientos grandes y solemnes. Nos espera una crisis como jamás ha presenciado el mundo.” Palabras de Vida del Gran Maestro, p. 102
“Las amonestaciones que Cristo dio a Jerusalén no habían de perecer con sus habitantes. Los juicios sobre Jerusalén eran un símbolo de los acontecimientos relativos al juicio que efectuará Cristo en el día final, cuando ante él sean reunidas todas las naciones. “Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro”.
Verdad #5
El libro, El Conflicto de los Siglos, presenta la idéntica secuencia de eventos que se halla en Mateo 24 y por eso es imprescindible estudiarlos juntos. De hecho, no es coincidencia que Mateo 24 comienza con la destrucción de Jerusalén y el primer capítulo de El Conflicto de los Siglos comienza en el mismo punto. Así es que El Conflicto de los Siglos encierra dentro de sí dos grandes eventos uno al comienzo y el otro al final: los eventos finales que llevan a la destrucción de Jerusalén y los eventos finales que llevan a la destrucción del mundo.
Verdad #6
La secuencia de eventos de Mateo 24 está en estricto orden cronológico. Esto se denota por varias referencias expresivas de tiempo. Mateo 24:6 [‘aun no es el fin’], 24:8 [‘principio de dolores’], 24:9 [‘entonces’], 24:10 [‘entonces’], 24:14 [‘entonces’], 24:16 [‘entonces’], 24:19 [‘aquellos días’], 24:21 [‘entonces’], 24:22 [‘aquellos días dos veces’], 24:23 [‘entonces’], 24:29 [‘inmediatamente después’], 24:30 [‘entonces’] 6 “Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin.
. . 8 Y todo esto será principio de dolores. 9 Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre. 10Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán. . . 14 Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin. . . 16 entonces los que estén en Judea, huyan a los montes. . . 19 ¡¡Más!! ¡Ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días! 21 porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá. 22 Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; más por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados. 23 Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis. . . 29 E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas. 30 Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.”
Verdad #7
La palabra ‘vosotros’ en Mateo 24 se aplica a todos los creyentes de todas las épocas (Mateo 24:4, 6, 9, 15, 20, 23, 25, 26, 33, 42, 44) Mateo 28:18-20: La gran comisión fue dada no solo para los apóstoles “Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. 19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.”
Juan 14:1-3: La promesa de la venida de Jesús no fue tan solo para los apóstoles “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. 2 En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.”
Juan 16:1, 2: La persecución no iba a ser solo contra los apóstoles “Estas cosas os he hablado, para que no tengáis tropiezo. 2Os expulsarán de las sinagogas; y aun viene la hora cuando cualquiera que os mate, pensará que rinde servicio a Dios.” Juan 17:20, 21: Jesús oro por todos los creyentes de todas las épocas “Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, 21 para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.”