Lecciones de la Biblia, Profecías, Justicia Por La Fe
El corazon de toda sociedad es la familia...
El hogar es el centro de toda actividad—La sociedad se compone de familias, y será lo que la hagan las cabezas de familia. Del corazón “mana la vida;” y el hogar es el corazón de la sociedad, de la iglesia y de la nación.1* HC 11.1
La elevación o la decadencia futura de la sociedad será determinada por los modales y la moralidad de la juventud que se va criando en derredor nuestro. Según se hayan educado los jóvenes y en la medida en que su carácter fué amoldado en la infancia por hábitos virtuosos, de dominio propio y temperancia, será su influencia sobre la sociedad. Si se los deja sin instrucción ni control, y como resultado llegan a ser tercos, intemperantes en sus apetitos y pasiones, así será su influencia futura en lo que se refiere a amoldar la sociedad. Las compañías que frecuenten los jóvenes ahora, los hábitos que adquieran y los principios que adopten indican cuál será el estado de la sociedad durante los años venideros.2 HC 11.2
El más dulce de los cielos—El hogar debe ser hecho todo lo que la palabra implica. Debe ser un pequeño cielo en la tierra, un lugar donde los afectos son cultivados en vez de ser estudiosamente reprimidos. Nuestra felicidad depende de que se cultive así el amor, la simpatía y la verdadera cortesía mutua.3 HC 11.3
El símbolo más dulce del cielo es un hogar presidido por el espíritu del Señor. Si se cumple la voluntad de Dios, los esposos se respetarán mutuamente y cultivarán el amor y la confianza.4 HC 12.1
Importancia del ambiente hogareño—La atmósfera que rodea las almas de padres y madres llena toda la casa, y se siente en todo departamento del hogar.5 HC 12.2
Los padres crean en extenso grado la atmósfera que reina en el círculo del hogar, y donde hay desacuerdo entre el padre y la madre, los niños participan del mismo espíritu. Impregnad la atmósfera de vuestro hogar con la fragancia de un espíritu tierno y servicial. Si os habéis convertido en extraños y no habéis sido cristianos de acuerdo con la Biblia, convertíos; porque el carácter que adquiráis durante el tiempo de gracia será el carácter que tendréis cuando venga Cristo. Si queréis ser santos en el cielo, debéis ser santos primero en la tierra. Los rasgos de carácter que cultivéis en la vida no serán cambiados por la muerte ni por la resurrección. Saldréis de la tumba con la misma disposición que manifestasteis en vuestro hogar y en la sociedad. Jesús no cambia nuestro carácter al venir. La obra de transformación debe hacerse ahora. Nuestra vida diaria determina nuestro destino.6 HC 12.3
La creación de una atmósfera pura—Todo hogar cristiano debe tener reglas; y los padres deben, por sus palabras y su conducta el uno hacia el otro, dar a los hijos un ejemplo vivo y precioso de lo que desean verlos llegar a ser. Debe manifestarse pureza en la conversación y debe practicarse constantemente la verdadera cortesía cristiana. Enseñemos a los niños y jóvenes a respetarse a sí mismos, a ser fieles a Dios y a los buenos principios; enseñémosles a respetar y obedecer la ley de Dios. Estos principios regirán entonces su vida y los pondrán en práctica en sus relaciones con los demás. Crearán una atmósfera pura, que ejerza una influencia tendiente a alentar a las almas débiles en la senda hacia arriba que conduce a la santidad y al cielo. Sea cada lección de un carácter elevador y ennoblecedor, y las anotaciones hechas en los libros de los cielos serán tales que no nos avergonzaremos de ellas en el juicio. HC 12.4
Los niños que reciban esta clase de instrucción ... estarán preparados para ocupar puestos de responsabilidad y, mediante el precepto y el ejemplo, estarán constantemente ayudando a otros a hacer lo recto. Aquellos cuyas sensibilidades morales no hayan sido embotadas apreciarán los buenos principios; estimarán correctamente sus dotes naturales y darán el mejor uso posible a sus facultades físicas, mentales y morales. Esas almas se ven grandemente fortalecidas contra la tentación; están rodeadas de una muralla que no se derribará fácilmente.
La familia es el núcleo fundamental de la sociedad, y como tal el ente que va a contribuir en el desarrollo integral de los hijos.
Es donde los hijos deben adquirir habilidades y valores que los ayudarán a superarse y replicar estos principios al momento de conformar su propia familia.
Los conocimientos aprendidos de los padres serán los modelos que necesitarán los hijos para fortalecer su identidad y las habilidades básicas de comunicación y relación con la sociedad.
Los lazos creados de los padres con sus hijos son importantes en el desarrollo de su personalidad.
La unión familiar no solo es a través de la comunicación y comprensión entre sus miembros sino de la constante preparación en el desarrollo humano y en el conocimiento de sus roles y funciones.
Desarrollar la confianza en los hijos desde la infancia, basado en el ejemplo y la coherencia entre lo que se piensa, se dice y se hace. Fortalecer y reconocer sus habilidades que los ayude a superarse para la vida.
La valoración y aceptación de los hijos e hijas con sus cualidades y defectos les permitirá reconocer sus errores y corregirlos, eso también les dará independencia y buena autoestima.
La preparación, la aceptación y la práctica del padrerazgo, formará a mejores personas, hogares estables y unidos.
No se trata de que mundo le vamos a dejar a nuestros hijos, sino que hijos le vamos a dejar al mundo, hombres y mujeres de bien que contribuyan a una mejor sociedad, sana y proactiva.
Los padres son los responsables de la formación de sus hijos, no el tiempo, no la televisión, no el internet, no los colegios, no los abuelos, no las redes sociales.