¿Qué pasa con el día del Señor?

Hace algún tiempo un amigo mío estaba conduciendo por Ohio en su camino a Nueva York. Por lo menos él pensaba que se dirigía a Nueva York hasta que de pronto vio un enorme autobús corriendo a alta velocidad hacia él y lo rebasó, clara señal de la ciudad de Nueva York. Fue desconcertante por así decirlo. O ese conductor de autobús estaba mal o él estaba equivocado. Entonces, pues, en la próxima estación de servicio preguntó: “Oye, ¿no es este el camino a la ciudad de Nueva York?" El empleado sonrió y dijo, " Sí, si es que quieres manejar 25,000 millas. "

Sólo entonces se dio cuenta de que se había ido en sentido contrario después de parar en un restaurante de carretera de peaje. Rápidamente se dio la vuelta y se dirigió en dirección correcta.

Esta experiencia de mi amigo ilustra muy claramente lo que le está pasando a mucha gente en su vida religiosa. No importa cuán sincera pueda ser una persona, podría estar sinceramente equivocada. Hace falta algo más que la sinceridad para llegar a su destino correcto. Algunas veces los cristianos descubren que se han equivocado. A veces han sido engañados por otros y se encuentran avanzando en la dirección equivocada. Es tremendamente importante que los cristianos mantengan la mente y el corazón abiertos y estén dispuestos a cambiar de dirección si es necesario para mantenerse en armonía con el constante desenvolvimiento verdadero. Después de todo, la verdad no puede ser todo. La verdad está circunscrita en la religión por lo que está en la Biblia. No se ajusta a todo, pero si debe ajustarse a lo que se revela en la Biblia misma. La gente puede estar y estará equivocada, pero la Palabra de Dios nunca está.

Vamos a aplicar eso a una extraña situación que encontramos en el mundo de hoy. Aunque tenemos el mismo Cristo, la misma Biblia, aún nos encontramos con dos días de reposo observados por los cristianos. Y el corazón sincero, no puede evitar preguntarse: "¿Cuál es el correcto?"

Hay multitudes a quienes se les han dicho, y que creen honestamente, que la observancia del Sábado del séptimo día fue abolida en la cruz y que el primer día de la semana, el día que ahora llamamos domingo, se convirtió en el día del Señor, en honor a la resurrección. Hay otro grupo de cristianos, igualmente sinceros, que creen que el séptimo día Sábado original es el verdadero día del Señor para ser observado por todos, incluso después de la cruz.

Amigos, si alguna vez he pedido a Dios que me ayude a hablar con la imparcialidad y honesta franqueza, es ahora. Pues todos sabemos, que multitudes de sinceros, hombres y mujeres devotos están caminando por donde sus ancestros han caminado sin pensar alguan vez en la pregunta de por qué siguen el día en que lo hacen. Sin embargo, tenemos que aprender, y creo que hemos aprendido, una verdad vital. Es esta. Debemos contar con el apoyo de la Escritura para cada práctica cristiana que nosotros seguimos.

La Palabra de Dios revela la verdad sobre la cuestión

Ahora bien, si estamos equivocados en la cuestión del Sábado, equivocados de cualquier modo, la palabra de Dios sin duda revelara ese error. Y creo que todo hombre y mujer honesta quiere saber la verdad, aunque la verdad resulte ser diferente de lo que se esperaba que fuera. Si las Escrituras revelan que estoy guardando el día equivocado, entónces yo debería estar perfectamente dispuesto a cambiar. ¿No le parece?

Sé que hay quienes dicen que no hace ninguna diferencia cual día usted guarde, siempre y cuando mantenga un día de cada siete. ¿Alguna vez ha escuchado hablar a alguien así? ¿Hay alguna diferencia? ¿Es cualquier día agradable para Dios? Volvamos a la Escritura, con la Biblia en la mano, y veamos lo que descubrimos. Vamos a leer tres afirmaciones simples y claras. En primer lugar iremos a Apocalipsis 1:10. "Yo estaba en el espíritu en el día del Señor y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta".

Evidentemente, el Señor tiene un día. Pero, ¿qué día es? "Porque el Hijo del hombre es Señor del día de reposo". Mateo 12:8. Tiene que haber algo diferente en el día de reposo. Por medio del profeta Isaías, Dios habla del Sábado y lo llama simplemente "mi día santo." Isaías 58:13. Y en ningún lugar en la Escritura se le designa algún otro día como suyo.

El Señor, entonces, tiene un día. Y ese día es el Sábado. Pero ahora nos preguntamos, ¿cuál de los siete días es el día de reposo? Pasamos nuestra respuesta al mismo corazón de los Diez Mandamientos. “Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios." Éxodo 20: 8-10. Eso está claro, ¿no? Ahora hemos aprendido tres cosas. El Señor tiene un día. El Sábado es el día del Señor. El séptimo día es el Sábado.

Y ahora el versículo 11. Esto nos dice por qué Dios hizo el Sábado. "Porque en seis días el Señor hizo el cielo y la tierra, el mar, y todo lo que en ellos hay, y reposó en el séptimo día: por tanto Jehová bendijo el día Sábado y lo santificó." Evidentemente hay un vínculo poderoso entre el sábado y la creación y el Creador.

¿Cómo la creación encaja en la historia?

Por cierto, ¿quien hizo los mundos? ¿Quién hizo este mundo? Usted dice: "Dios lo hizo. Sí. Pero volvamos a Efesios 3: 9. "y de aclarar todos cuál sea la dispensación del misterio escondido desde los siglos en Dios, que creó todas las cosas". Juan 1:10 declara "En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció." ¿Podría ser cualquier otra declaración más clara? Sí, Cristo, como Él lo pre-existía antes de Belén, creó este mundo.

Mira lo que pasó. "Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo. Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación." Génesis 2: 2,3. ¿Lo ves ahora? El que hizo esta tierra es el que hizo el Sábado. Jesús tenía todo el derecho a decir: "El Hijo del hombre es Señor del Sábado." Porque él lo había hecho. Tenía todo el derecho a decir: "Si me amáis, guardad mis mandamientos." Porque fue él mismo, antes en el Edén, quien primero dio los mandamientos a los hombres.

¿Realmente sentimos el impacto de lo que acabamos de descubrir? Escuche. El Cristo del Calvario es el Creador de Génesis.¡Para rechazar uno es rechazar el otro! ¿Alguna vez has pensado en eso? ¡Para rechazar uno es rechazar el otro! ¡Ay amigos¡, ¿por qué tratar de aislar el día de reposo y apártalo en lugar por sí solo? ¿Por qué no deseamos dejarlo justo donde Dios lo puso, en el centro mismo de su ley eterna?

¿Sabe usted que si yo fuera a una ciudad y hablara de la delincuencia juvenil y el mejoramiento de la comunidad y la salvación del pecado, si debo señalar a los hombres a la palabra de Dios con respecto a el adulterio, el robo, el asesinato, y mostrar cómo Cristo puede dar la victoria, todos los cristianos se pondrían de detrás de mí y también muchos que no son cristianos? Ellos dirían: "Hermano Joe, ¡qué maravilloso trabajo está haciendo por la humanidad!" Pero en el momento que se menciona el sábado del cuarto mandamiento, se levantan las cejas. Se plantean interrogantes. Las excusas son apiladas. ¿Por qué? Le pregunto. ¿Por qué?

Es perfectamente correcto hablar sobre el primer mandamiento, el segundo o el sexto o el séptimo u octavo. Sin embargo, no mencionan el cuarto. ¿Por qué? Vamos a ser coherentes. Usted puede ver que los mandamientos se paran o caen juntos. O bien están todavía en vigor o no lo están. O es incorrecto para mí mentir, matar y robar, o no lo es. No ponemos excusas para quebrantar los otros mandamientos. ¿Por qué el cuarto? A menudo me he preguntado qué tan claro y simple es nuestra con relación a la gracia y los mandamientos de Dios, digo, me he preguntado a menudo que tan claro y simple puede hacerse ver tan confusa. La gente dice: "Yo soy salvo por la gracia. No es necesario guardar la ley. "¿Has oído hablar a alguien resonar de esa manera? Pero amigo, ¿la gracia y el perdón nos libran de la obediencia a la ley misma que hemos roto? Si yo estoy a salvo, ¿te robaré el bolsillo? ¿Voy a mentir? ¿Voy a robar? ¿Voy a matar? El guardar los mandamientos se convierte en una posibilidad del corazón que ama a su Señor. Es el amor que hace toda la diferencia.

¿Lo puede ver? La salvación del poder del pecado es un regalo de Dios. Nos anula nuestra deuda de pecado del pasado, no por las buenas obras de los nuestros. Y luego, cuando somos perdonados, es nuestro placer hacer la voluntad de Dios. No para merecer el cielo, usted me entiende. Pero porque lo amamos. EL guardar los mandamientos, ya ve, no es un medio de salvación. Es una evidencia de ello. Tenga esa distinción clara en mente, y usted nunca tendrá ninguna confusión sobre este punto vital.

¿Sólo para los judíos?

Ahora, algunos, sin realmente pensarlo, nos han dicho que el séptimo día Sábado es judío y por lo tanto no es para nosotros. Pero Jesús dijo: "El sábado fue hecho para el hombre." Y eso significa todos los hombres. El Salvador mismo hizo el Sábado dos mil años antes de que hubiera un judío. Él dio el Sábado junto con el matrimonio, y el día de reposo no es más judío que el matrimonio. La mujer fue hecha para el hombre. ¿Alguna vez ha oído a alguien decir: "No puedo casarme porque eso es judío?" ¿Lo ha oído?

Entre más profundo estudie sobre este asunto, entre más profundo usted investigue, mayor será su convicción de que algo anda mal en alguna lado, que algunas cuestiones muy esenciales se han sido simplemente deslizando por el camino, por seguir a la mayoría, sin atreverse a pensar. En este punto, tal vez se esté diciendo: "Creo que tiene razón. Evidentemente, el séptimo día es un buen día para cumplir. Pero ¿cómo podemos saber que el día que ahora llamamos el Sábado es el séptimo día de los tiempos bíblicos? "Echemos un vistazo a los siguientes textos: Lucas 23: 52-56; 24: 1. “Fue a Pilato, y pidió el cuerpo de Jesús. Y quitándolo, lo envolvió en una sábana, y lo puso en un sepulcro abierto en una peña, en el cual aún no se había puesto a nadie. Era día de la preparación, y estaba para comenzar el día de reposo. Y las mujeres que habían venido con él desde Galilea, siguieron también, y vieron el sepulcro, y cómo fue puesto su cuerpo. Y vueltas, prepararon especias aromáticas y ungüentos; y descansaron el día de reposo, conforme al mandamiento. El primer día de la semana, muy de mañana, vinieron al sepulcro, trayendo las especias aromáticas que habían preparado, y algunas otras mujeres con ellas. "

¿Ves cómo estas palabras resuelven el asunto? Tres días se mencionan aquí, el día de preparación, el Sábado, y el primer día de la semana. Tome en cuenta que dos de los días se dan los títulos sagrados. El otro es simplemente un número determinado, el primer día de la semana. Ah, ya sé que no dice Viernes, Sábado, Domingo. Pero todos sabemos que Jesús fue crucificado en el día que ahora llamamos viernes, y resucitó de entre los muertos al día que ahora llamamos Domingo. El Sábado es el día en el medio. Es tan simple como eso!

Y tenga en cuenta que estas palabras no fueron escritas ese fin de semana y se apresuraron a la prensa. No. Ellas fueron escritas muchos años después de la cruz. Sin embargo, el escritor inspirado todavía lo llamó el séptimo día del Sábado y el Domingo simplemente el primer día de la semana. Significativo, ¿no? Piense en eso.

Espero que no esté satisfecho con una simple ojeada superficial a este tema del Sábado, amigos. Esto es tremendamente importante para entender exactamente cómo se relaciona con los diez mandamientos que Dios escribió con su propia mano.